5 de febrero 2020

– ¿Dónde cree que va?

– Disculpe, pero tengo una reserva.

– ¡Todos tenemos reserva! – Había gritado una mujer a mis espaldas, dándome un empujón. – ¡Póngase a la fila!

– No se lo tome como algo personal, – me había dicho un señor, tocándome el hombro, cuando me dirigía al final de la cola. – Le habla así a todo el mundo.

– Gracias. ¿Sabe si hay que esperar mucho?

– A nosotros nos han dicho que, si nos sentábamos en la terraza, nos atenderían antes. Ya sé que hace frío, pero hemos pensado que merece la pena. 

– Lo malo, – había añadido una mujer, también sentada en una de las mesas exteriores. – Es que llevamos aquí media hora y todavía no nos han sacado la carta.

– ¡Madre mía! – Había exclamado, asustada. – No tenía ni idea de que este restaurante se pusiera así. 

– Ay, amiga, – había sonreído la chica que me precedía en la fila. – ¡Es que aquí se come de película!

Autor: Isabel

Soy Isabel. A veces escribo. Hoy es una de esas veces.

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